Regreso a España tras una experiencia inolvidable y llena de energía, me espera mi familia que siempre me aporta equilibrio y armonía en los momentos difíciles. Mi madre es la que más a sufrido mi ausencia al encontrarse por primera vez sola en casa tras la falta de mi querida abuela LOLA, de la que por cierto me he acordado mucho al encontrarme con situaciones en Africa que ella muy bien conocía y vivió en la España de la posguerra donde no se disfrutaba de las comodidades que hoy en día tenemos y se pasaba hambre desde la niñez.
Nada más llegar a Madrid me acerque a la AECI (Agencia Española de Cooperación Internacional) para preguntar por los requisitos para constituir una ONGD y una vez en Santander a la Coordinadora Cantabra de ONG´s, a la que ya me había dirigido por email y donde he encontrado un gran apoyo, poniendo a disposición de las organizaciones un local con multiples facilidades y ofreciendo una gran labor de asesoramiento y ayuda a las mismas. Es aquí cuando decido realizar una pequeña inversión comprando un mini portátil para poder también trabajar desde casa todos los días y decido establecer una humilde oficina en el salón que muy gustosamente mi madre inaugura.
También resulto especial el reencuentro con mi amigo iñigo ya que el destino quiso enviarnos a cada uno por su lado y ambos hemos vivido unas experiencias increíbles este año en nuestros respectivos destinos, que por cierto no podían ser más opuestos: NUEVA YORK & GHANA.
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