Vuelta a casa cansado tras un largo viaje, con alguna que otra ampolla en los pies, dolor de cervicales y sin mi maleta que a estas alturas se encontrará en alguna parte del aeropuerto de Lisboa, pero con la satisfacción del trabajo cumplido. Los objetivos que perseguía con este viaje han sido conseguidos, como era la grabación de un documental para mostrar la realidad del país y nuestra labor allí, el encuentro con los voluntarios españoles en el terreno para conocer de primera mano sus impresiones y servirles de apoyo para que su experiencia resultase inolvidable, la obtención de los documentos del ciudadano Ghanés que conseguí resolver ayer in-extremis antes de regresar al aeropuerto, así como la consecución de un microproyecto de cooperación.
A mi regreso a España me encuentro con un acontecimiento de carácter internacional que siempre me atraen y de gran repercusión como son las Jornadas Mundiales de la Juventud (JMJ) que este año tienen lugar en Madrid. Resulta increíble verse inmerso en ese ambiente festivo y sobre todo la actitud abierta y generosa en el trato de la multitud de gente procedente de todos los rincones del mundo conviviendo pacíficamente en un espacio único. De verdad que con la situación actual que vivimos resulta inverosímil ver a gente de diferentes países, culturas, razas, idiomas… disfrutando juntos y compartiendo experiencias sin dar cabida a la violencia. ¡Yo siempre me quedo con el aspecto positivo!
Ahora toca reflexionar sobre las numerosas experiencias vividas en tan breve periodo de tiempo y sacar conclusiones al respecto, así que os dejo que tengo trabajo y por supuesto también que disfrutar de la familia que me espera. Ciao.
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