Mi intención nada más regresar de Santiago era coger un avión a Paris donde ya tenía el alojamiento reservado y pretendía completar mi formación en lengua francesa, pero un problema de salud de mi madre hizo que renunciase a ese viaje y me quedase un tiempo en casa. Creo que la vida es cuestión de prioridades y para mi aunque suene a tópico la familia es lo primero.
Lejos de perder el tiempo, además de ayudar en casa y preocuparme por la salud de mi madre me di una nueva oportunidad con un proyecto en el sector hostelero. Esa experiencia hizo que asumiese de nuevo responsabilidades que me aportaban una grata sensación de que mi trabajo tenía sentido, pero por otra parte me permitió apreciar con claridad que el único fin por y para el que trabajaba largas jornadas era el DINERO.